Cirugía Percutánea Renal

Cirugía Percutánea Renal

¿Qué es la Cirugía Percutánea Renal?

La cirugía percutánea renal es un procedimiento que se realiza a través de pequeñas incisiones en la piel, utilizando herramientas especializadas para acceder al riñón y realizar diversas intervenciones. A diferencia de la cirugía abierta, esta técnica causa menos trauma y permite una recuperación más rápida.

¿Cuáles son sus Beneficios?

  • Menor trauma: Al ser una técnica mínimamente invasiva, se realizan incisiones más pequeñas, lo que resulta en menos dolor y una recuperación más rápida.
  • Hospitalización más corta: En muchos casos, los pacientes pueden regresar a casa el mismo día o al día siguiente de la cirugía, lo que reduce los costos y el riesgo de infecciones hospitalarias.
  • Menor riesgo de complicaciones: Comparada con la cirugía abierta, presenta un menor riesgo de infecciones,sangrado excesivo y otras complicaciones graves.
  • Cicatrización más pequeña: La incisión es mucho más pequeña que en la cirugía abierta, lo que resulta en una cicatriz menos visible.
  • Mayor precisión: Las herramientas utilizadas en la cirugía percutánea permiten una mayor precisión en la localización y extracción de cálculos o en la toma de biopsias.
  • Resultados estéticos: Debido a la pequeña incisión, la cirugía percutánea es menos invasiva y deja una cicatriz mínima,lo que puede ser importante para algunos pacientes.
  • Tratamiento de cálculos grandes y complejos: La cirugía percutánea es especialmente útil para tratar cálculos renales grandes y complejos que no pueden ser eliminados por otros métodos.
  • Posibilidad de realizar múltiples procedimientos: En una sola sesión, se pueden realizar varios procedimientos, como la extracción de múltiples cálculos o la colocación de stents.

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Preguntas Frecuentes Sobre la Cirugía Percutánea Renal

La cirugía percutánea renal se utiliza para tratar una variedad de afecciones renales, incluyendo:

  • Extracción de cálculos renales: Es uno de los usos más comunes. A través de una pequeña incisión, se introduce un nefroscopio (un tubo delgado con una cámara) para localizar y fragmentar el cálculo, que luego se extrae.
  • Biopsias renales: Se toma una muestra de tejido renal para diagnosticar enfermedades como la glomerulonefritis o el cáncer de riñón.
  • Colocación de stents: Se colocan pequeños tubos para mantener abiertas las vías urinarias y mejorar el flujo de orina.
  • Tratamiento de tumores renales pequeños: En algunos casos, se pueden extirpar tumores renales pequeños a través de esta técnica.
  • Ablación de tejido renal: Se utiliza para tratar ciertas enfermedades renales, como el cáncer de riñón, mediante la destrucción del tejido enfermo.
  • Anestesia: Se administra anestesia local, regional o general, dependiendo de la complejidad del procedimiento.
  • Incisión: Se realiza una pequeña incisión en la espalda, cerca del riñón.
  • Acceso al riñón: Se introduce una aguja especial para crear un pequeño túnel hasta el riñón.
  • Procedimiento: A través del túnel, se introduce el nefroscopio y las herramientas necesarias para realizar el procedimiento específico.
  • Cierre de la incisión: Una vez finalizado el procedimiento, se cierra la incisión con suturas o clips.
  • Menor trauma: Al ser menos invasiva, causa menos dolor y permite una recuperación más rápida.
  • Hospitalización más corta: En muchos casos, los pacientes pueden regresar a casa el mismo día o al día siguiente de la cirugía.
  • Menor riesgo de complicaciones: Comparada con la cirugía abierta, presenta un menor riesgo de infecciones y complicaciones.
  • Cicatrización más pequeña: La incisión es mucho más pequeña que en la cirugía abierta.

Aunque es un procedimiento seguro, existen algunos riesgos asociados, como sangrado, infección, lesión de órganos cercanos o reacciones a la anestesia. Sin embargo, estos riesgos son bajos y generalmente se pueden manejar de manera efectiva.

La recuperación completa puede variar de un paciente a otro, pero generalmente toma varias semanas. La mayoría de las personas pueden regresar a sus actividades normales en unas pocas semanas, aunque las actividades físicas más intensas pueden requerir más tiempo.

Es importante recordar que cada persona es diferente y los resultados pueden variar.

Es fundamental que consultes a un urólogo para que te explique en detalle el procedimiento y despeje todas tus dudas.

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